Al comprobar la composición de hierbas, cosa que hago siempre para evitarme sorpresas, observé que un pequeño porcentaje del compuesto era de una planta llamada “stevia”, planta que yo desconocía hasta ese momento ya que en Europa no se encontraba casi ningún libro sobre plantas medicinales en el que fuera descrita, por lo que mi curiosidad me llevo a indagar y hacer preguntas sobre la misma, hasta saber con que objeto se añadía a la tisana antes citada, comprobando que se usaba para paliar el amargor de las otras plantas constitutivas de la fórmula, de por sí intensamente amargas, y es de esta forma como entré en conocimiento de esta hierba maravillosa que por las restricciones que imponen algunos Organismos Oficiales, es casi desconocida por el gran público de los países europeos.
HECHO POR: FRENYI QUIROGA
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